LAS FERIAS DE SAN AGUSTÍN 1913

El éxito alcanzado con la organización de un concurso por cupones en que se sorteaban diez entradas para la corrida de toros de San Pedro de 1913, anima al Heraldo de Zamora a continuar con esta novedosa técnica de promoción de de ventas. El siguiente concurso que organiza es el sorteo de una magnífica colección de relojes alemanes de sobremesa, de gran preciosidad y fantasía. Los seis relojes que constituyen la colección fueron exhibidos en los escaparates del comercio de don Fernando Rueda en la calle Santa Clara. Además se obsequió al agraciado con el obsequio de un par de botas de caballero de la zapatería Modelo en la calle Viriato, propiedad de Manuel Gallego.

Cupón. Heraldo de Zamora, 18/07/1913

Tras la finalización de este concurso, el diario contempla la idea de organizar un nuevo concurso, que dirigirán nuevamente Un Cojo sin muleta y J. Puyitas: organizar una caravana a Toro, el día 28 de agosto, festividad de San Agustín para acudir a la corrida, pero para ello, es preciso que antes se confirme la organización del espectáculo taurino.

La juerguecita taurina consistiría en viajar en tren hasta la vecina ciudad de doña Elvira, asistir a la corrida, merendar opíparamente y asistir al resto de espectáculos que se celebren en Toro el referido día.

Entre la afición taurina se rumorea que acudirán a la referida corrida Joselito, El Gallo, y Juan Belmonte, dos fenómenos de la tauromaquia actual.

Lamentablemente, pronto se desvanece la ilusión, ya que los afamados diestros contestan a la petición de los organizadores, con una respuesta negativa por carecer de fechas disponibles.

El semanario republicano, La Voz del Pueblo de Toro, invita a la prensa local a que haga campaña para que uno de los espectáculos del programa de las ferias, sea una exhibición o concurso de aviación.

Desde las columnas de Heraldo de Zamora, animan a los compañeros de la prensa, al Ayuntamiento y Comercio en general a que continúen sus esfuerzos por la organización de un programa atractivo y digno:

« Con un buen cartel de toros, la aviación, esa excelente compañía de Teatro que se nos dice que está contratada y muy poquito mas, puede organizarse un un programa de atracción y que sea digno de la capital vecina»

En 1913 se está sufriendo a nivel mundial una profunda crisis económica, recientemente el diario El País, citando un informe del FMI, afirmaba que la deuda pública española actual se encontraba en niveles similares a los alcanzados en 1913.

De este modo podemos entender la dificultad que las administraciones tenían para gestionar los escasos recursos financieros.

El Ayuntamiento de Toro, no es ajeno, a estos problemas. El 12 de agosto de 1913 celebra sesión plenaria y toma entre otros acuerdos, subvencionar a la empresa del teatro Latorre para que durante las próximas ferias de San Agustín actúe en el coliseo una buena Compañía.

Concede 300 pesetas para la aviación, cantidad insignificante, para la organización de tal evento.

Asimismo acuerda celebrar varias conciertos musicales, sesiones públicas de cinematógrafo y contratar a una acreditado pirotécnico para una sesión de fuegos de artificio.

Sin corrida de toros, el proyectado concurso cambiará su rumbo, la caravana en lugar de dirigirse a Toro, lo hará pasadas unas semanas a la ciudad del Tormes.

ECOS TORESANOS

Falta próximamente un mes para la celebración de las tradicionales ferias de San Agustín, en la vecina ciudad de doña Elvira, y ni¡ el Ayuntamiento, Sociedades, Comercio e Industria se han ocupado de confeccionar un pequeño programa de festejos que sirva de entretenimiento a los forasteros que por costumbre acuden todos los años a la hospitalaria ciudad.

Hasta la fecha nada hay tratado de toros ni de otros festejos públicos que pudieran llamar la atención del forasteros y servir de acicate para aumentar el contingente de feriantes en los pocos días que dura el mercado de San Agustín.

El Comercio y la Industria toresana atraviesan desastrosa crisis, que debía aminorar el Municipio, poniendo de su parte la buena voluntad que reina entre los concejales para resolver aquellos asuntos que pueden redundar en beneficio de sus administrados.

Verdad es, y eso ayer lo comprobé en cinco horas que permanecí en la patria de don José Díez Macuso, que el Ayuntamiento toresano participa también de honda crisis que pone en peligro la vida comercial de la población, pero en ocasiones como la actual, debe de seguir el adagio, y liándose la manta a la cabeza, emplear la consignación que figura en el capitulo destinado a feria y festejos, en la organización de un programa de fiestas que llame la atención del forastero, en la seguridad de que el Comercio ayudará con arreglo a sus fuerzas a la realización de los festejos que se acuerden.

La Empresa del lindo teatro Latorre prepara la campaña para las ferias de San Agustín, y durante doce días actuara la Compañía cómico-dramática de los señores Heras y Torres, muy conocida del público toresano, alternando también con finales de zarzuelas o números de varietés.

De toros, el cronista sacó la convicción de que los habrá el día de San Agustín, pero el cartel no será ultimado hasta pasar las fiestas del Apóstol Santiago.

Con tal motivo, el concurso que preparamos está pendiente de lo que acuerde el Ayuntamiento

Heraldo de Zamora, siempre atento a la defensa de los intereses morales y materiales de la provincia, ofrece a los toresanos su modesto concurso, y sus confeccionadores se ponen a la disposición del Municipio, Sociedades agrícolas y de recreo, fuerza vivas de la población y pueblo en generan para trabajar en defensa de la regeneración de tan hospitalaria ciudad, que como la nuestra, baña el caudaloso Duero.

Un Cojo sin muleta.

Heraldo de Zamora, 18/07/1913