lunes, 19 de noviembre de 2012

CONSTANCIO ARIAS RODRÍGUEZ


Tras la sesión de la mañana, por la tarde se reanuda la vista oral del juicio que a instancias de Constancio Arias, ex director de El Correo de Zamora se sigue contra Francisco Alfonso y Carlos Calamita acusados de un supuesto delito de injurias graves.

Constancio Arias Rodríguez, abogado y periodista, fue un hombre de profundas convicciones católicas tradicionalistas y un integrante destacado del carlismo regional durante el primer tercio del siglo XX.
Sabemos que no era natural de Zamora, y las primeras referencias lo sitúan en Valladolid donde en 1903 obtiene el titulo de bachiller. Es posible que fuera originario de Nava del Rey, pues tras contraer matrimonio en diciembre de 1913 se dirige a esta localidad para visitar a su madre.

Fue redactor de El Porvenir de Valladolid hasta noviembre de 1905 en que junto a otros tres compañeros presentan su dimisión.
La hemeroteca refleja su impetuoso carácter polemista ya que son abundantes las noticias en las que se haya inmerso en contenciosos jurídicos o sancionadores. En noviembre de 1903 el Noticiero Salmantino informa que

«se ha sobreseído la causa contra Constancio Arias, redactor de El Porvenir, cuyo periódico fue denunciado hace poco tiempo.»

En febrero de 1907 es nombrado director de El Correo de Zamora, sustituyendo a Francisco Antón. En mayo de 1909 accede nuevamente a la dirección del diario, en esta ocasión sustituyendo al joven abogado Luis Antón Villavedón, ejerciendo el cargo hasta el 19/05/1913.

Elocuente orador, participa en numerosos mítines antilaicistas condenando el establecimiento de la enseñanza laica y propagando los ideales carlistas.

Es conocida la polémica suscitada con Enrique Calamita, director de El Heraldo de Zamora.


En marzo de 1912 es de nuevo procesado por realizar algunas consideraciones a la sentencia dictada por el Tribunal Supremo, con motivo del recurso contra la sentencia absolutoria de la Audiencia de Zamora.

En noviembre de 1913 se presenta a las elecciones municipales del Ayuntamiento de Zamora representando la candidatura jaimista en el distrito del Consistorio-San Martín, obteniendo un notable resultado y consiguiendo su elección como concejal.

El 24 junio de 1914, numerosos obreros acuden a la sesión del pleno del Ayuntamiento, los cuales a gritos piden la dimisión del concejal jaimista. En vista del enorme alboroto, el alcalde se ve obligado a suspender la sesión. Como en la calle los alborotadores continúan profiriendo gritos, varios concejales deciden acompañar a Constancio Arias hasta su domicilio para evitar una agresión.

En 1919 obtiene una plaza en las oposiciones para escribiente del Ayuntamiento de Salamanca.

En febrero de 1921, y ya como funcionario del Ayuntamiento de Salamanca se ve sumido en una nueva polémica al opositar para la plaza de oficial jefe del Negociado de padrones y estadística, que no obtiene. En julio la sesión ordinaria del pleno del Ayuntamiento varios concejales solicitan que el Sr. Arias sea destituido por haber tildado de inmoral al Ayuntamiento. Después de un arduo debate se acuerda que se le descuenten cuatro meses y que quede apercibido para siempre: es decir, que a la primera falta se le considere como cesante.

La última noticia que he encontrado acerca de Constancio Arias es la publicada por el diario republicano El Luchador, quien el 1 de septiembre de 1932 informa del acuerdo del Ayuntamiento salmantino de instruir expediente sancionador contra los funcionarios Constancio Arias y Francisco Bravo, redactor jefe de La Gaceta Regional acusados de actuar contra el régimen.



NUESTROS PROCESOS



Con mayor concurrencia de público que en la sesión de la mañana, ayer tarde continuó en la Audiencia la vista de los procesos seguidos contra don Francisco Alfonso y don Carlos Calamita por el supuesto delito de injurias graves a instancia de don Constancio Arias Rodríguez, ex director de El Correo de Zamora, diario tradicionalista y con censura eclesiástica.

Constituido el Tribunal, le fue concedida la palabra al querellante, quien invirtió toda la sesión, cuatro horas y media, en la lectura de textos glosados por el mismo, en hacer a su sabor y antojo la historia del Heraldo de Zamora y en imponer a la Sala y auditorio en creencias erróneas y que entrañan tal gravedad, que nosotros no nos hacemos por hoy eco de ellas, algunas de las cuales tenemos por seguro que no pueden quedar impunes, por la sensación hondísima que causaron en el público que asistió al debate, y por la respetabilidad de las personas a que se aludió.

A las nueve y media de la noche el letrado querellante dio por terminado su informe y el señor presidente de le Audiencia declaró suspendida la sesión para continuar el sábado próximo a las diez y media de la mañana.

El letrado-defensor de nuestro compañero don Francisco Alfonso pidió a la sala que prolongase la sesión siquiera tres cuartos de hora para repeler gravísimas acusaciones personales que le había dirigido la parta querellante.

El señor presidente vióse precisado a no acceder a la petición del señor Petit, en vista de la indisposición que sufría uno de los señores magistrados.

Así, pues, el sábado a las diez y media de la mañana, informarán las defensas de nuestros compañeros Alfonso y Calamita, los abogados señoras Petit y Cotrina.

Heraldo de Zamora, 23/10/1913

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