CAIRELES
Y PITONES
En todos los sitios cuecen...
Pasaron
las corridas de toros de Salamanca y en la presente ocasión no
pueden ser aplicadas las frases de pepito moro1,
porque en la Mezquita salmantina ni hubo toreros ni toros.
Ha
sido un verdadero fracaso que de presenciarlas Eugenio Noel2,
le hubiera servido de tema para unas cuantas conferencias en contra
de la fiesta nacional.
Ni
la señora viuda de Murube, ni Juan Manuel García, ni Juanito
Carreros, enviaron toros de lidia, y con esto basta para demostrar
que ha sido una bueyada completa digna de Majalandrin3
y no de plazas como la de Salamanca que nos tienen acostumbrados a
dar buenas corridas.
Durante
las tres no hubo nada más que una faena de Ricardo Torres,
Bombita, faena inteligente de verdadero maestro, y otra de
Joselito, el Gallo, y no fue todo lo artística que se merecía
el toro con que se las entendió.
Rafael
González, Machaquito, el famoso matador, ha estado a la
altura del peor novillero, deseando cobrar y abandonar el ruedo.
Vicente
Pastor, el Exchico de la blusa, ha tratado de agradar, en las
dos corridas, el hombre ha sido la providencia de picadores y
banderilleros, metiendo siempre el capote con oportunidad,
librándoles de algún serio percance.
De
Ricardito Bomba no se puede hacer mención nada más que de la
faena que realizó con el quinto toro, de la corrida del día 12,
labor que ha merecido la calificación de buena.
Joselito
el Gallo, es el hombre de los efectos, tiene momentos de
locura y cuando está con el vértigo hipnotiza a los toros, los
vuelve marmolillos y con ellos hace la faena mas grandiosa que puede
imaginarse el lector.
Pasado
el vértigo, Joselillo, el de los diecinueveaños, es el torero ful4,
el Juye5
a su lado fue un valiente.
El
cañí ni torea, ni mata, pero cobra.
En
la corrida del sábado Joselillo tuvo los dos periodos.
En
el tercero locuras, el sexto aplanamiento, haciendo en éste motivos
para dar con sus huesos en la cárcel.
Basta
decir que a su enemigo que vestía de negro, púsole el terno
igual que si fuera una criba, cansándonos a contar el número de
pinchazos que dio en el pescuezo del animal.
En
cambio en el tercero, el único toro de la tarde, colorado, ojo
perdiz, Joselillo hizo todo la que sabe con los palos y muleta,
levantando al público en vilo, y por aclamación se lo concedió la
oreja.
Aquello
fue el delirio, el disloque y no hay adjetivo que aplicar para
reseñar la faena que le vimos ejecutar.
Todo
lo demás fue guayaba y cobita fina6.
Ni
toreros, ni toros.
Juanito,
el de Carreros, envió mansos en lugar de toros, en otra plaza donde
el público hubiera sido un poco más desigente, pongo por
caso, el de Zamora, de los seis bichos, cinco son condenados al
tuesten7y
solo se le quemó el cuarto; y cómo sería de malo, que el
presidente, por cierto un señor muy dormilón, se vio
obligado a sacar el rojo pañuelo después de emplear la gente de
aúpa y de a pie 33 minutos en acosar a Garabato para
salvarlo de los fuegos artificiales, cosa que no consiguieron, pues
los chicos del cordobés le tostaron la piel cuatro veces.
En
síntesis, la corridita fue de las que hace evolucionar en sentido
contrario al más entusiasta aficionado; y si para el año próximo
los salmantinos se obstinan como en el presente, en llevar ganado de
la tierra, sus famosas corridas irán en decadencia y nadie se
cuidará del cartel.
Un
Cojo sin muleta.
Heraldo
de Zamora, 15/09/1913
1 El
personaje de Pepe Moros es un personaje irreal creado por el
periodista y cronista taurino de El Liberal, Don José de la Loma,
Don Modesto, quien acostumbraba cuando en una tarde toros, no se
había obtenido el resultado que se esperaba, apostillar sus
crónicas con el comentario : "Ya lo dijo Pepe Moros/a uno que
trafica con cueros,/cuando hay toros no hay toreros,/cuando hay
toreros, no hay toros"
2 Seudónimo
de Eugenio Muñoz Díaz (1885-1936), periodista muy conocido por sus
posturas antitaurinas.
3 Majalandrín
es un pueblo fantástico en el que transcurren algunas zarzuelas,
como la de El Sobresaliente.
4 Ful:
Falso, fallido, de poco valor.
5 No
he encontrado ninguna referencia a personaje real o ficticio al que
apodaran “el Juye”. En el argot caló, juir es huir, por miedo o
por cobardía.
6 La
guayaba ademas de ser una fruta, también significa mentira o
exageración, y cobita fina, viene de una locución conocida, dar
la coba a alguien, que significa entretener conversando a una persona con el fin
de engañarla.
7 Condenar
al tuesten es condenar al toro a las banderillas de fuego,
suprimidas en el reglamento de 1952, y sustituidas en la actualidad
por las banderillas negras. Las banderillas de fuego se aplicaban
para castigar a los toros que no se habían dejado picar bien,
incorporaban una carga de pólvora con una mecha que al ser clavadas
prendía el explosivo, achicharrando la piel del toro y detonando
unos petardos que atronaban los oídos. Fueron sustituidas por las
banderillas negras o de castigo, que son 2 cm más largas, y algo
más anchas que las normales y que son utilizadas en toros muy
mansos o a los que no se ha podido picar. Estas banderillas son de
color negro y llevan una franja blanca de 7 cm.
No hay comentarios:
Publicar un comentario