martes, 23 de agosto de 2011

EL TORERO DEL DIA

La detención de Juan Herrero Sandoval en Málaga, al que se le acusaba como posible autor del asesinato de doña Filomena Meliá, en el que se conocía como crimen de la calle aceiteros, que había acontecido el 25 de mayo de 1908, no había podido impedir que tanto la prensa de la Corte como la de provincias, ensalzaran la faena realizada por Vicente Pastor en la Plaza de Toros de Madrid que había constituido un notable éxito.

Heraldo de Zamora, 04/10/1910
Como ya había apuntado anteriormente en otra entrada con motivo de la feria de Valladolid, existe cierta controversia acerca de sí la oreja cortada a Carbonero, significó o no, la primera vez que en la plaza de toros de Madrid se concedían trofeos ya que la costumbre de otorgar trofeos a las actuaciones de los toreros no comienza hasta a finales del siglo XIX.

El origen de premiar las faenas otorgando los apéndices taurinos se le atribuye a los propietarios de las Maestranzas de Ronda y Sevilla, que regalaban el toro muerto al espada que había lucido en la lidia para que invitara con las carnes a su cuadrilla y amistades. Con el tiempo, comenzaron a comercializarse las carnes por lo que estas eran un negocio más de los propietarios, y en lugar de premiar al torero con el toro entero, de forma simbólica se le entregaba una oreja.
De este modo, la oreja simboliza el toro, por lo que muchos aficionados puristas no entienden, la entrega de una segunda oreja y mucho menos el rabo o la pata, como en algún tiempo se vino haciendo, práctica que en Madrid y en Sevilla está prohibida.

Los historiadores, al igual que Un cojo sin muleta, refieren que la primera oreja concedida en Madrid, se la dan a José Lara Chicorro la tarde del 29 de octubre de 1876, alternando con Lagartijo y Frascuelo, lo que da idea del cartel excepcional. El toro atendía al nombre de Medias Negras y pertenecía a la ganadería de Benjumea.
Mas tarde, el 12/05/1898, Leandro Sánchez de León, Cacheta, actuando como sobresaliente en una denominada “corrida patriótica”, obtuvo dos orejas de Calero.
En cualquier caso, la actuación de Vicente Pastor, institucionalizó, por decirlo de algún modo, el hecho de premiar las faenas no solo en Madrid sino en el resto de plazas.

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