miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL POPULAR REMIGIO

En las crónicas de la corrida de San Pedro de 1911 y en la de 1910, aparece un personaje muy popular en aquellos primeros años del siglo XX, y es el de Remigio, primer cornetín de la banda de El Profetizado, sobrenombre con el que se conocía al Regimiento Toledo 35, que estuvo acuartelado en Zamora desde 1903 hasta su disolución en 1987 en el cuartel Viriato, hoy reconvertido en campus universitario. El sobrenombre El Profetizado lo llevaba el Regimiento Toledo desde la toma del Convento del Carmen en Portugal, ya que había cumplido fielmente la profecía revelada por un hombre a quienes los portugueses tenían por santo y en la que vaticinaba la fecha exacta en que los españoles tomarían la plaza.

Heraldo de Zamora,  27/07/1903
Remigio se convirtió pronto en una celebridad, debía de interpretar de manera sublime las malagueñas, y ya en 1903 según ha relatado en varias ocasiones José Manuel García Rubio en las páginas de La Opinión de Zamora intervino en un concierto en el Paseo de San Martín en el que se distinguió por su gran destreza :

Aunque apenas hacía unos meses de la llegada a Zamora del Regimiento “Toledo 35”, pronto se hizo popular en la ciudad el cornetín de su banda de música, llamado Remigio. Debía ser un admirable solista y por ello en las piezas que se elegían para los conciertos en el Paseo de San Martín, siempre había alguna dedicada a hacer notar sus habilidades. Al finalizar el concierto del día de Santiago (25 de julio), habiendo destacado notablemente, fue muy felicitado por su calidad en los “solos”; a lo que contestó el aludido: “Que todo se lo debía a los ensayos previos, ejecutados con una bota de buen vino de Sanzoles”

JOSÉ MANUEL GARCÍA RUBIO
(LXXV) AQUELLOS PASEOS POR LA CIUDAD
IV / dominical La Opinión - El Correo / Domingo, 3 de febrero de 2008

Su fama fue más allá de la provincia, y en la crónica de las ferias y fiestas de Peñaranda, en Salamanca, el 7 de septiembre de 1908, José Sánchez  El Timbalero describe así la actuación en El Adelanto:

¡Ah! Se me olvidaba decirles a ustedes que la banda del regimiento de Toledo ha amenizado el paseo y las corridas, y que Remigio, el popular Remigio, el señor de más pulmones que he conocido, ha sido el músico-héroe, haciendo filigranas con el cornetín y tocando. como él sabe hacerlo, unas malagueñas que ni cantadas en el Perchel y por uno del barrio.”

También el 8 de junio de 1908, en El Adelanto, El Timbalero narraba en su crónica :

A las cuatro en punto aparece en el palco presidencial el inspector don Quintín S. Talavera y, hecha la señal, sale al ruedo la notable banda de música del regimiento de Toledo, ejecutando Bohemios. El público tributa a la banda una formidable ovación, y poco después los militares músicos dieron un agradable concierto, en el que tocaron con gran perfección y entre atronadores aplausos la partitura de El puñao de rosas y unas Malagueñas.
En la ejecución de éstas fue ovacionado y vitoreado justamente el popular Remigio, un hombre con dos pulmones como dos tinajas, y que toca el cornetín como pocos.”

Poco más puedo decir de este singular personaje, del que desconocía sus apellidos, y al que he podido acceder buscando en La Red a través de su epíteto, popular Remigio. Así lo describía el semanario mirobrigense La Iberia con motivo de la participación de la Banda del Regimiento Toledo en un acto de la Jura de Bandera celebrado el 11 de abril de 1908 :

Por la noche se celebró un concierto, que estuvo concurridísimo, en la sociedad del Circulo de la Amistad, donde tuvimos el gusto de oír ocho piezas, ejecutadas con admirable maestría, mereciendo especial mención la gran fantasía de la ópera Sansón y Dalila del maestro Sanz Seins, en cuya ejecución demostró una vez más el director don Leandro Rodríguez ser un maestro de primera, y sus subordinados consumados artistas.
Cuando sentimos los primeras acordes de las malagueñas de Vila, toda la concurrencia demostró su entusiasmo al escuchar aquellas admirables variaciones, ligados y demás filigranas que ejecutó el cornetín, el que al terminar fue premiado con una unánime y prolongada salva de aplausos que le hizo repetir las entusiastas coplas que tan justa fama dieron a Vila, músico de Albuera, y muy particularmente en Cádiz y Algeciras, donde estuvo muchos años de guarnición.

Nosotros preguntamos:
-¿Quien es el segundo Vila? y nos contestan, Remigio.
-¿Y quién es Remigio?
-Pues Remigio.

Nos acercamos al departamento en donde, estaba la banda y nos indicaron al ya popular Remigio, que resulta un chico simpático, de estatura regular, grueso, cabello rizado con el cero y una sonrisa algo guasona. Lo que no nos agradó en nuestro Remigio fue la falta de bigote, porque un militar sin ese adorno, se nos representa el lego de un convento.”


Remigio Díez Rodríguez, leonés, músico de primera clase del Regimiento Toledo, regordete, de cara coloreada, rebosante de salud y de cabeza afeitada, a quien todo mundo conocía por su jovialidad y buen humor allá donde la banda del Regimiento fuese. Ahí está Remigio, señalaban, a su paso, los que ya tenían la suerte y el honor de conocerlo. El 2 de septiembre de 1912 y después de treinta años de servicio le fue concedida la licencia en un emotivo acto, con el haber mensual de 100 pesetas y sus famosas malagueñas desaparecieron para siempre olvidadas en estas hemerotecas.

Baste saber que Remigio,
con su cornetín-prodigio,
sigue haciendo filigranas...
¡Y es que es mucho este Remigio
y muy justo su prestigio
cuando toca sevillanas!...

(El Timbalero)

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