martes, 8 de noviembre de 2011

SAN PEDRO 1911

LA CORRIDA DE AYER

Seis de la señora viuda de Muruve, para Fuentes, “Cocherito de Bilbao” y Manolo Torres, “Bombita III”.

Antes de tirarme a fondo y entrar por derecho a tratar de la cuestión taurómaca, permitidme brinde esta mal hilvanada revista a los compañeros que, atendiendo a la invitación de HERALDO DE ZAMORA nos honraron con su visita; a los buenos aficionados y al público en general que, sabiendo distinguir, acudió ayer a la Plaza de Toros.
Vaya, pues, por mis lindas y hermosas lectoras y ciñéndome en corto por la pluma, paso a relatar lo bueno, lo piramidal, que ayer tarde vi en nuestro circo taurino.
Este, estaba con un lleno rebosante al igual que en el año anterior si bien el orden fue al pronto mas perfecto.
En los tendidos, gradas y palcos, había lindísimas muchachas luciendo la clásica mantilla y soberbios pañolones de Manila, y con estos, adornados los antepechos de los balconcillos.
Una hora antes de comenzar el espectáculo, las bandas de música del regimiento Toledo y Provincial colocadas en el redondel interpretaron diversos números y el popular Remigio tocó preciosas malagueñas que fueron aplaudidas y merecieron los honores de una vuelta por el anillo recogiendo botas y sombreros.
¡Ole por el niño! ¡Que manera tiene de soplar!
A las cuatro y media ocupan el palco presidencial el alcalde, un adjunto y forastero desconocido entre los del acto, que me dicen es su asesor, y tres concejales, uno de cada rama política ¿se entiende? Un liberal, un conservador y un carlista. Así debe de ser.
Dos alguacilillos, montando briosos corceles, atraviesan el ruedo para obtener la venia de la presidencia, y de regreso salen al frente de las cuadrillas que capitaneaban Antonio Fuentes, Cástor J. Ibarra, Cocherito de Bilbao, y el menor de los hermanos Bombas.
La presencia en el ruedo de las cuadrillas es acogida con grandes aplausos del pueblo soberano y después de cambiar la seda por el percal, se dio suelta a

TOMILLERO

De Muruve como sus cinco compañeros, vestía en cárdeno y estaba marcado con el 13.
A su salida del chiquero, Fuentes lo recibe con varios lances, que son justamente aplaudidos, consiguiendo pararle los pies.
De Pica, Rubio y Bote recibe cuatro picotazos a cambio de otros tantos tumbos, los cuales dieron ocasión a que Cochero hiciera un monumental coleo y Fuentes unos quites poniendo la montera en la testuz del muruve tantas veces como lo intentó.
Los chicos de Fuentes adornan el morrillo de Tomillero, clavando un par desigual, medio bueno, y uno entero bastante aceptable.
Antonio Fuentes, que vestía terno verde claro y oro, brinda largo y tendido, y dirigiéndose a Tomillero le ofrece de cerca la muleta, dándole varios pases de pecho, algunos naturales y perfilándose con la elegancia que es peculiar en Antonio, se tira para agarrar un estocada algo delantera y atravesada.
El maestro es aplaudido.
El toro dobla y las mulillas se encargaron de su conducción al desolladero.

CORONEL

marcado con el número 63, negro bragado.
Cocherito, desplegó el capote brindando al cornúpeto varias verónicas gaónicas, de esas que enjendran el disloque.
Fabián Bilbao, Ceniza y el reserva mojan cuatro veces acosando a Coronel que no se mostraba muy propicio a la vara.
Los varilargueros perdieron en la campaña dos jamelgos.
Armillita y Muñagorri ponen tres pares y medio de rehiletes, haciéndose la suerte un tantico pesada por mor del apuntador.

Me da en la nariz, ¡oh buen Garrido!
que usted de urbanidad podrá saber,
pero de dirigir lidias taurinas
tié mucho el señó que deprender.

Cocherito, después de cumplimentar al presidente, saluda a Coronel con varios pases en redondo y de frente; pero siempre cerca de los pitones, y cuadrando entra con agallas para dejar media estocada, delanterilla, por levantar el buró la gaita; y después de dos intentos de descabello a pulso, dio fin con su enemigo, que dejó dos alimañas para el arrastre.
Castor escuchó palmas.

DIANO

negro zaino, llevaba en los costillares el numero 82.
Chano, Chaves y Arriero Chico, entran tres veces en suerte, después de habérselas entendido Bombita III con el morlaco, perdiendo una cabalgadura.
Morenito y Patatero prenden cuatro superiores pares de banderillas, que se aplaudieron.
Manolo Torres, Bombita, pasa a Diano con desconfianza, y desde largo, sin cuadrar, se tiró, dejando una estocada atravesada.
Muletea nuevamente, arrea un pinchazo sin clavar y desazonado coloca de media pescuecera y perpendicular que da en tierra con el muruve.

ALTIVO

número 37 de la vacada, negro bragado.
Fuentes le tiende la capa dándole varios magistrales lances que le valen una ovación.
Altivo toma con poder cinco varas y da otras tantas caídas, matando un caballo.
Los matadores se lucen en quites, y Fuentes los remata como las propias rosas.
La presidencia cambia de suerte, y el público protesta.
El diestro sevillano cogió los palos, ofreciéndoselos a sus compañeros.
Bombita marca un buen par clavando solamente un palo.
Cocherito, después de elegante preparación y pasándose sin clavar, volvió por las suyas clavando un par superior.
Fuentes alegra al toro y coloca medio de los buenos.
Después coge los trastos brindando la muerte de Altivo a don Lucio Sánchez.
Metido entre los pitones hace magistral faena con la muleta, y como el bicho era noblote se lo llevo a las tablas del tres, y sentándose en el estribo, lo preparó para largar magnífica estocada que hizo polvo al animal.
(Ovación, oreja y vuelta al redondel)
Fuentes tira la oreja al tendido de sol y el público promueve bronca por disputarse el regalito.

PELOFINO

negro. Sale con muchos pies que le son parados por Cocherito, el cual nos deleita con su colosal labor.
El toro toma cuatro varas y otras dos de refilón, pasando a mano de Muñagorri y Limeño quienes adornaron al andaluz con tres pares desiguales.
Al cambiar de tercio, Remigio es aplaudido por el soberano.
Castor, demostrando serenidad pasmosa y a dos palmos de los pitones, muletea al bicho largando un pinchazo en hueso de los que se aplauden, vuelve a preparar, brinda nuevamente al público para arrear otro pinchazo bueno.(Aplausos)
Se encorajina Cochero, y después de preparar al toro, agarró una estocada superior y Castor se sentó en el estribo para ver morir a su contrario que cayó a los mismos pies.
Oreja, ovación y la mar de cosas.

PAÑERO

último de la tarde.
Sale muy juguetón y con poder aguanta varias varas, a pesar de estar astillado del derecho.
Manolo Bomba hizo lo que pudo para sujetar a Pañero, y los chicos de Ricardo cumplieron admirablemente, clavando ocho rehiletes.
El menor de los Bombas se deshizo de su enemigo de varios pinchazos, y a la octava vez acertó con el estoque, descabellando a pulso.

RESUMEN

El ganado, aunque muy bravo, un tanto escaso de poder, hizo lucida faena sobresaliendo los lidiados en primero y cuarto lugar.
Los picadores...así...así...aunque algunos sacaron mucho palo y picaron en los bajos; otros pusieron buenas puyas.
Fuentes y Cocherito de Bilbao hechos unos torerazos toda la tarde y las faenas que realizaron las rubricaría cualquier astro de la tauromaquia.
Bien pueden marchar seguros de que la afición zamorana, así como la Comisión organizadora de la corrida, han quedado satisfechísimos de su labor.
Manolo Bomba, tan malo como siempre. Caballos muertos, 12.
La corrida buenísima, sabiendo a poco.

Un cojo sin muleta
Heraldo de Zamora, 30/06/1911

No hay comentarios:

Publicar un comentario