miércoles, 28 de diciembre de 2011

CONTESTANDO A ESE II

El enfrentamiento entre ambas cabeceras continúa. Una vez que han dirimido sus diferencias ideológicas acerca de la sublevación en Portugal de los monárquicos frente a La República, ahora su rivalidad se orienta al terreno personal.

El Correo recela acerca del autor de los artículos críticos que sin firma aparecen publicados, preguntándose quien será el autor, si el propietario, su hijo o el director, de esta forma, y una vez más, El Correo sigue sin reconocer la representatividad del nombramiento del nuevo director.

El Heraldo resta importancia al hecho de que desde El Correo, Constancio Arias vitoree al pretendiente de la corona de Portugal, Miguel II de Braganza, ya que le parece mucho mas grave las injurias que desde las mismas páginas se dirigieron contra los magistrados del Tribunal Supremo que dictaminaron sobre el caso de las supuestas injurias. Al Heraldo no solo le parece razonable esta actitud sino que le alienta a que persista en esa dirección, enalteciendo a don Jaime de Borbón (heredero carlista), Bartolomé Feliú, jefe nacional del partido carlista, Luis Chaves, jefe provincial del partido carlista o los conocidos diputados carlistas, Rafael Díaz-Aguado y Salaberry o Manuel Polo y Peyrolón.

En otro artículo, publicado el mismo día, El Heraldo se dirige al Sr. Alcalde, recordándole el artículo 98 de la Ley Municipal, según el cual se impone a los concejales la obligación de asistir a todas las sesiones, si no existe causa justificada. A este respecto le recuerda que los hermanos Alonso, Laureano y Aurelio, concejales carlistas, faltan frecuentemente, incluso el segundo es prácticamente un desconocido en ese ayuntamiento. Además insiste en que como funcionarios públicos (igual que cualquier delineante, subraya), el abandono del cargo trae consigo responsabilidades que nadie les ha exigido. Finalmente insta al alcalde a que cumpla la ley castigue a los infractores.

De esta manera, El Heraldo da cumplida respuesta a la exigencia de responsabilidades que El Correo solicitaba contra Enrique Calamita, que ejerce de delineante en la Jefatura de Obras Públicas, y que según El Correo no cumple con su deber.


CONTESTANDO A ESE
II


Todas las baterías carlistas que en los días anteriores disparó el almidonado y flamante Cupido que dirige El Correo de Zamora, Constancio Arias, ayer quedaron reducidas a la primera noticia del censurado papel.
Como siempre, y después de reconocer su agresividad, a falta de razones se sale del tiesto el periódico carlista, y dice que el original del Heraldo le hace falta saber (a él) si es de Calamita padre, de Calamita hijo o del director del periódico.
Constancio, ¡no seas tontainas! Al Juzgado con el asunto, según costumbre, y allí satisfarás la curiosidad.
Respecto a ese viva subversivo que ayer sueltas, nos parece poco que des vivas a don Miguel; te atreviste a insultar, a injuriar gravemente a los dignísimos magistrados de la Sala segunda del Tribunal Supremo sin que hasta la fecha haya habido fiscal que te haya puesto a raya en tus demasías, así que nada nos extraña que te atrevas a todo, incluso al atropello de las leyes.
Por nosotros; puedes dar vivas a don Miguel, a don Jaime, a Feliú, a don Luis Chaves y hasta a la Pepa. Y si te parece poco a Salaberry y a Polo y Peyrolón que es lo menos que puedes hacer en gratitud a esos señores que te sirven de pararrayos.
Y eso que afirmas que en El Correo de Zamora siempre se da la cara.


Heraldo de Zamora, 20/10/1911

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