Como consecuencia de la polémica suscitada en torno a la publicación por parte de El Heraldo de Zamora de un artículo informando del fracaso de un mitin antilaicista en Astorga, y la disputa que en los respectivos diarios mantuvieron El Heraldo y El Correo, que incluso originó una agresión física por parte de Enrique Calamita, director de El Heraldo a Constancio Arias, director de El Correo, este último interpuso una querella por injurias cuyo juicio se celebró el 29 de noviembre de 1910. A instancias de la defensa se propuso como testigo al Obispo de la diócesis quien haciendo uso de su facultad de privilegio, desistió de comparecer y declaró por escrito que el querellado se le había presentado en el Palacio Episcopal pidiéndole que interpusiera su autoridad para que El Correo de Zamora guardase la consideración que se le debía. Ejerció la acusación el mismo querellante, Sr. Arias, y la defensa Juan Petit Alonso, que además de abogado pertenecía a la redacción de El Heraldo.

El 9 de diciembre El Heraldo publica un artículo sin firma con el título SIGUE LA PERSECUCIÓN, en el que se informa que han llegado rumores a la redacción de que Constancio Arias ha presentado ante la Audiencia provincial recurso de casación de la sentencia que había absuelto a Enrique Calamita.
No entiende el diario, la tenacidad y empeño de los perseguidores, más aun en un periódico que se denomina católico y que se acoge a Censura eclesiástica, y además cuando en el juicio intervino como testigo de la defensa el propio Obispo de la diócesis, D. Luis Felipe Ortíz. El Heraldo se pregunta cual es el verdadero propósito de acogerse y apurar todos los recursos que la ley concede, cuando ya ha quedada probada la honradez, la caridad y el perdón por parte de Enrique Calamita.
No temen al tribunal, creen en la inocencia y esperarán pacientes el fallo inapelable del alto tribunal.
El 29 de diciembre, el director de El Heraldo viaja a Madrid para comparecer como parte en el recurso de casación ante el Tribunal Supremo. Nombra como procurador a D. Máximo Cánovas del Castillo y Varona y como letrado defensor a D. Santiago Alba Bonifaz, notable abogado, periodista y político zamorano, que fue ministro de varias carteras durante el reinado de Alfonso XIII.

Por otra parte El Heraldo agradece a cuantas personas han desfilado por la redacción del periódico con el objeto de felicitar al director y a su familia.
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