lunes, 3 de octubre de 2011

ENRIQUE CALAMITA, PROPIETARIO DEL HERALDO DE ZAMORA

El Heraldo de Zamora, fue en sus inicios el órgano y representación del partido liberal en la prensa. No sería hasta febrero de 1898 cuando Enrique Calamita, hasta entonces editor del diario, decide convertirse en propietario del diario y desligarse de la representación oficial del partido, aunque el periódico no rechazará sus principios liberales.
Es posible que las discrepancias entre la dirección del partido Liberal y la dirección y redacción de El Heraldo comiencen mucho antes, y que estas pudieran deberse a intereses meramente personales, entre cargos públicos liberales de la ciudad y Enrique Calamita, que lejos de ser meramente el impresor, fue desde sus inicios impulsor del diario y ejercía su poder en la sombra.
Los hechos que desencadenan este cambio de rumbo en El Heraldo se producen a principios de 1898, como consecuencia de la publicación el 22 de enero por parte de El Heraldo de Zamora de una noticia en la que bajo el título Sirva de Ejemplo, afirma que el Ministerio de Fomento ha destituido al rector de la Universidad de Valencia por la intervención de dicho señor en la organización de una corrida de toros con fines benéficos destinada a remediar los estragos de unas inundaciones. Según El Heraldo, al Ministerio le desagrada que las autoridades se ocupen de estos menesteres ya que desprestigian su autoridad.
El día 25 inserta una carta firmada por Fabriciano Cid, a la sazón presidente de la diputación provincial en representación del partido Liberal, en la que entiende que la inserción de la noticia Sirva de Ejemplo va dedicada al gobernador civil de Zamora, quien se está distinguiendo por la organización de una función teatral a beneficio de la Cocina Económica, una institución cuyo fin era ofrecer comida a los pobres y necesitados de la época.
D. Fabriciano quiere señalar que en absoluto el partido liberal ha inspirado el artículo y que además secundan al gobernador en la feliz idea, protestando por la publicación y manifestando su completa y total disconformidad con el concepto, alcance e intención el artículo.
A su vez, El Heraldo reconoce, que efectivamente esa era la intención y que les había movido la tirantez de relaciones entre el gobernador civil y la redacción del periódico, motivadas por murmuraciones y maledicencias, que ya habían sido aclaradas.
Sin embargo, un día mas tarde, El Heraldo anuncia la dimisión con carácter irrevocable de su director, Sr. Jimeno Caridad. La crisis continua, y el día 29 dimite como redactor Eduardo Prada, destacado militante también del partido Liberal.
El 5 de febrero El Heraldo hace público una aclaración en primera plana en la que contestando a los suscriptores afirma que continúa siendo el único órgano autorizado del partido liberal en la provincia contando con la confianza de los jefes del partido Federico Requejo y Fabriciano Cid.
Finalmente el 26 de febrero El Heraldo anuncia que desde ese preciso momento deja de ser órgano y representación en la prensa del partido liberal de la provincia y pertenece por entero a su editor don Enrique Calamita, que definirá su programa y conducta del modo que entienda mas conveniente.
Bajo la noticia, la redacción firma un artículo con el título DOS PALABRAS :

El HERALDO DE ZAMORA desde hoy deja de ser órgano del partido liberal de la provincia, sin que esta circunstancia motive en él evoluciones ni cambios de postura en el orden político ni religioso.
Moviase la redacción del periódico en los estrechos horizontes de una dictadura poco conforme con las ideas liberales que siempre han brotado y brotarán de sus columnas, y nos vimos en la precisión de abandonar la obra que con nuestro concurso había salido de pañales; pero removido el obstáculo por conveniencias del partido liberal, y roto por él voluntariamente el freno que regulaba nuestras iniciativas, según las necesidades de las ideas y de las personas, volvemos a echar sobre nuestros hombros la pesada carga de inspirar y dirigir, con arreglo a las escasas luces de nuestra conciencia, la publicación del HERALDO DE ZAMORA. Nuestras afirmaciones no tendrán otra garantía que el peso de las razones que las acompañen; la obra será completamente nuestra en todos los órdenes en que se desenvuelva, y como tal, católica en religión y liberal dinástica en política, como lo ha venido siendo hasta la fecha.

El 7 de marzo regresa de Madrid, D. Antonio Jimeno Caridad que desde ese instante vuelve a encargarse de la dirección del periódico, que ostentará hasta el 30 de junio, en que abandona la dirección del diario para hacerse cargo de una cátedra en el instituto provincial de Logroño, oposición que había conseguido gracias a las brillantes calificaciones otorgadas por el tribunal de oposiciones a cátedras de Psicología, Lógica y Ética, donde había obtenido el primer lugar. No obstante continuaría colaborando con el periódico con la publicación de diversos artículos.

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